Esos
ojos miran con bronca.
Bronca
por el frío.
Bronca
por el hambre.
Bronca
mucha bronca
porque
esos padres cuidan a su hijo,
paran
los autos en el semáforo.
Golpea
la ventanilla.
Ventanilla
que refleja su carita sucia.
¿Lo limpio? en forma prepotente.
Una
mano que se agita para decir no.
Una
mano que a otro le da calor.
Esa
mano produce bronca.
Esa
mano engendra envidia.
Cambia
la luz.
Vuelve
a la vereda.
Y
aspira, aspira.
Ya
no más dolor.
Ya
no más hambre.
Aspira,
aspira.
No
dejará de hacerlo
Hasta
que esa bronca se disuelva en una nube
y
encuentre la mano que a él lo cobije.
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